sábado, 1 de enero de 2011

Palabras


Adónde fueron las palabras que fugazmente reposé sobre el papel
de tu piel
se fueron con el trazo perfumado de la mariposa que esta mañana
compartió nuestro lar
o quizás no tuvieron tiempo de secarse
y se esfumaron
como los recuerdos de cosas que dijiste
y ya no son.
Se escondieron quizás debajo de la almohada
que escuchó tus gemidos
bastaron ojos prendidos en el éxtasis de ese amor
para descubrirlos
soñando, jugando, riendo, llorando; en fin,
palabras que no se las lleva el viento
sino que vuelven una y otra vez
que se prenden y se apagan
como el trino que escuché esta misma mañana
desde muy dentro hacia muy afuera
las palabras que tus dedos encribieron
en mi piel
y esas sí que no se pueden esconder.

Olas


No es tan difícil sentirse pequeño
basta acercarse al horizonte eterno del mar
caminar el sendero que se borra con cada ola
abrazar el viento que viene y que se va
constantemente.
Es igualmente fácil perderse en un pensamiento
el returno de sueños diurnos
fantasmas de ilusiones nocturnas
que queman surcos de emociones
entre nuestros dedos.
Lo mismo dá si vienen o van
si se acercan o se alejan
cada una lleva un toque de piel
se nos va un poco de sudor, de calor
en su retorno al mar.
Hay vida mientras las olas continúen
su vaivén inclemente de sol a sol
de luna en luna
de mar en mar
de piel en piel.