sábado, 1 de enero de 2011

Palabras


Adónde fueron las palabras que fugazmente reposé sobre el papel
de tu piel
se fueron con el trazo perfumado de la mariposa que esta mañana
compartió nuestro lar
o quizás no tuvieron tiempo de secarse
y se esfumaron
como los recuerdos de cosas que dijiste
y ya no son.
Se escondieron quizás debajo de la almohada
que escuchó tus gemidos
bastaron ojos prendidos en el éxtasis de ese amor
para descubrirlos
soñando, jugando, riendo, llorando; en fin,
palabras que no se las lleva el viento
sino que vuelven una y otra vez
que se prenden y se apagan
como el trino que escuché esta misma mañana
desde muy dentro hacia muy afuera
las palabras que tus dedos encribieron
en mi piel
y esas sí que no se pueden esconder.